UNA REVISIóN DE DEVOCIóN ADMIRABLE DE LOS 7 DOLORES QUE MARíA SANTíSIMA SINTIó EN LA VIDA Y MUERTE DE SU AMADíSIMO HIJO

Una revisión de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

Una revisión de Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo

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La Virgen dijo a Santa Brígida de Suecia: «Miro a todos los que viven en el mundo para ver si hay quien se compadezca de Mí y medite mi dolor, mas hallo poquísimos que piensen en mi tribulación y padecimientos.

Para rezar este Rosario, es necesario contar con un rosario tradicional y seguir los siguientes pasos:

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En esta tierra el bienquerencia y el dolor van muy juntos. S. Juan de la Cruz nos decía: "quien no sabe de penas no sabe de amores"

Como se puso de pie a los pies de la cruz, traspasada por la espada del dolor, mirando los Fanales de su hijo.

Pero Vos sois raíz de misericordia y refugio de los insensatos pecadores: tened, pues, SeñO, tened lástima y compasión de mí, que, si hasta ahora he sido contumaz hijo e indigno siervo vuestro, quiero en Delante consagrarme todo a Vos por medio de la fervorosa y compasiva meditación de vuestros acerbísimos dolores, llorando con amargura y vivo arrepentimiento el cruel estrago que he causado en el sagrado cuerpo de vuestro Hijo y en vuestro pecho cuidadoso.

Purísima y atribulada Inexplorado María: yo os acompaño todavía con piadosa y compasiva solicitud en vuestra penosa huida a Egipto, y os pido humildemente me permitáis seguiros por el santo camino de las contrariedades y tribulaciones de esta vida, para ser conducido por este trabajoso destierro al salvador asilo de la virtud.

María conocía la profundidad de esta Gracejo: “Yo los defenderé en sus batallas espirituales con el enemigo infernal y los protegeré en cada instante de sus vidas”.

«Les defenderé en los combates espirituales con el enemigo infernal, y les protegeré en todos los instantes de la vida»

Los que lloran las propias caídas o los pecados del mundo; los que aceptan las penas como medio de purificación de sus pecados; los que se imponen penitencias para formar su alma en el dolor; los que sufren persecución y dolores por causa del reino de Jehová y de su extensión; los que pasan sequedades, tribulaciones con paz; los que gimen por el simpatía de Alá y por el gloria; todos estos son los que derraman lágrimas que, en sentido evangélico, pueden llamarse bienaventuradas y por lo tanto recibirán divina consolación.

Inmaculado María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver a tu Hijo cargado con la cruz, como cargado con nuestras culpas, llevando el herramienta de su propio suplicio de muerte; Él, que Cuadro creador de la vida, aceptó por nosotros sufrir este desprecio tan conspicuo de ser condenado a muerte y precisamente muerte de cruz, a posteriori de haber sido azotado como si fuera un malhechor y, siendo seguro Rey de reyes, coronado de espinas; ni la mejor corona del mundo hubiera sido suficiente para honrarle y ceñírsela Devoción admirable de Los 7 Dolores que María Santísima Sintió en la Vida y Muerte de su Amadísimo Hijo en su frente; en cambio, le dieron lo peor del mundo clavándole las espinas en la frente y, aunque le ocasionarían un gran dolor físico, aún longevo sería el dolor espiritual por ser una desaire y una humillación tan ínclito; sufrió y se humilló hasta lo indecible, para levantarnos a nosotros del pecado; te acompañamos en este dolor .

Virginal María: por las lágrimas que derramaste y el dolor que sentiste al ver la crueldad de clavar los clavos en las manos y pies de tu amadísimo Hijo, y luego al verle agonizando en la cruz; para darnos vida a nosotros, llevó su pasión hasta la muerte, y éste era el momento cumbre de su pasión; Tú misma igualmente te repararíTriunfador fallecer de dolor en aquel momento; te acompañamos en este dolor.

Señor mío Cristo, yo te saludo en honra y reverencia del dolor que padeció mi SeñAhora la Inmaculado María al tenerte en sus brazos y contemplar tus mortales heridas: por este dolor te pido una verdadera devoción a tu Pasión y muerte.

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